Sex And Sustainability: <br> Is Climate Change Sexist?

Sexo y sostenibilidad:
¿Es sexista el cambio climático?

Hoy en día es muy fácil optar por una mentalidad más ecológica a la hora de hacer la compra. Cualquier consumidor concienciado encontrará una gran variedad de opciones a la hora de comprar para un hogar más ecológico. Las compresas y copas menstruales reutilizables son ahora compañeras de moda para la regla, los cosméticos vienen en tarros de cristal o envases reciclables, y todos tenemos una taza de café y un desodorante reutilizables, ¿verdad?


Puede que estés asintiendo con la cabeza mientras lees esto y, si es así, suponemos que eres mujer. Disculpa si no lo eres. La realidad es que muchos hombres probablemente no han notado el enorme cambio en los hábitos de consumo hacia artículos "verdes". Esto se debe, y odiamos admitirlo, a que las mujeres todavía en gran medida responsables de la esfera doméstica. Como consumidoras más poderosas, se puede argumentar que las mujeres están impulsando el cambio cultural que nos lleva a muchos de nosotros a ser compradores más conscientes. El resultado es lo que la empresa de estudios de mercado Mintel ha denominado la "brecha ecológica de género"..

¿Qué es la brecha ecológica de género?

Todos hemos oído hablar de la brecha salarial de género (lamentablemente), pero la brecha ecológica de género, aunque describe una desigualdad de género similar, es bastante nueva. Se trata de un concepto bastante sencillo: las mujeres son mucho más propensas a adoptar un estilo de vida más ético que los hombres. Desde los viajes a las dietas, pasando por los hábitos de compra, en la mayoría de los casos se constató que las mujeres tienen una mayor conciencia medioambiental que los hombres. Aunque hay una tendencia a que a los hombres les "moleste" menos el cambio climático que a las mujeres, hay varios factores en juego, como los estereotipos de género, los rasgos de personalidad y, por supuesto, el marketing.

¿Por qué existe la brecha ecológica de género?

En el pasado, la gente atribuía la brecha de género a diferencias de personalidad. Según las investigaciones realizadas en los años 90 y 00, las mujeres tienden a ser más empáticas y altruistas que los hombres. Pero aún no se sabe con certeza si las mujeres nacen preocupándose por el planeta o si están condicionadas a hacerlo. Una tendencia en la que coinciden las investigaciones es que "ecologismo" y feminidad están vinculados en la mente de la mayoría de la gente. Esto -y puede parecer una locura- es lo que disuade a los hombres de aportar su granito de arena al planeta.

A estudio de 2019 muestra que los hombres eran menos propensos a llevar una bolsa de la compra reutilizable, reciclar o hacer cualquier cosa remotamente ecológica por miedo a socavar su propia masculinidad. Los hombres también están más dispuestos a aceptar que la tecnología o la ciencia vendrán a salvar el día, mientras que las mujeres, que en general son menos propensas a confiar en las instituciones, suelen ser más proactivas en la lucha contra la crisis climática.

Aunque existe un sesgo cognitivo evidente que la sociedad en su conjunto debe trabajar para cambiar, no podemos olvidarnos de las marcas que perpetúan estos estereotipos. Cuando se trata de productos ecológicos, el marketing "verde" bien podría ser rosa. Los expertos en marketing saben que son sobre todo las mujeres las que compran por impulso, y las marcas lo aprovechan.


El cambio climático no tiene género

Puede que no sea fácil, pero es obvio: para cerrar la brecha ecológica de género tenemos que cerrar la brecha asociada. Es decir, quién hace la colada, la compra, la limpieza. Tenemos que acabar con los estereotipos que todos hemos sido condicionados a aceptar. Esto significa trabajar juntos a nivel social y, a menudo, empezar por mirarnos al espejo.

Pero no sólo depende de nosotros como consumidores. Las marcas también tienen que poner de su parte para que la vida sostenible resulte atractiva para todos los géneros. Cuando diseñamos Fussy, sabíamos que queríamos que fuera lo más fácil posible para todas las personas -hombres, mujeres, no binarios- oler bien y aportar su granito de arena al planeta. Desde nuestros colores hasta nuestros olores, todo se basa en la elección personal, no en el género.


El futuro de la sociedad sostenible

Puede parecer una montaña imposible de escalar, pero el mundo está cambiando. Basta con echar un vistazo a los movimientos juveniles actuales para sentir un rayo de esperanza en nuestro futuro. Los Millennials y la Generación Z están más alineados con las cuestiones medioambientales que ninguna otra generación anterior, y eso incluye a muchos jóvenes, tanto hombres como mujeres.

La ex presidenta irlandesa y comisaria de derechos de la ONU, Mary Robinson, afirmó que "el cambio climático es un problema creado por el hombre y debe tener una solución feminista". Ahora bien, no vamos a echar la culpa a todos los hombres, sino a la sociedad en su conjunto. Los retos medioambientales a los que nos enfrentamos hoy en día, incluida la brecha ecológica de género, es un problema de las personas y sólo las personas que se unen y eligen ser héroes cotidianos pueden empezar a resolverlo.

¿A qué esperas? Siéntete un héroe hoy mismo.


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